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El legado de los libros

El legado de los libros

María era una niña curiosa y soñadora que pasaba horas y horas leyendo todo tipo de libros. Desde que aprendió a leer, se enamoró de las historias y los mundos que se abrían ante ella en cada página. Cada noche, se acurrucaba en su cama con un libro en las manos, dejando que las letras la transportaran a lugares mágicos y aventuras emocionantes.

Un día, mientras caminaba por la calle, vio una pequeña librería en la acera de enfrente Se acercó con curiosidad y encontró una nota pegada en la puerta que decía “Toma un libro, deja un libro”. María sonrió y entró en la biblioteca, donde descubrió una gran variedad de libros de todo tipo y género. Se quedó maravillada al ver tantos libros aguardando su lectura.

Desde ese día, María visitaba la biblioteca cada vez que podía, intercambiando libros y descubriendo nuevas historias que la hacían soñar despierta. A medida que crecía, su amor por los libros y la lectura crecía con ella. Los libros la habían llevado a mundos que nunca hubiera imaginado y a conocer personas que no pudiera haber conocido en el mundo real, y estaba agradecida por cada palabra que había visto en sus ojos.

Con el tiempo, María decidió que quería compartir su amor por los libros con otros. Abrió una pequeña librería en su ciudad natal, donde los amantes de la lectura podían reunirse y explorar nuevos títulos. Ahora, María se sentía más feliz que nunca, sabiendo que había encontrado su verdadera pasión gracias a esos libros.

Un día, decidió colgar en el escaparate de su librería un cartel como el que había visto cuando pequeña, hacía tanto tiempo. Al poco, un pequeño niño entró en el establecimiento con un libro en la mano y lo depositó en el mostrador sonriendo. María se preguntó si aquella sonrisa sería la misma que vieron en su propio rostro en aquella librería años atrás.

Jorge Navidad Espliego

Librería Berkana: un refugio para la diferencia

Librería Berkana: un refugio para la diferencia

Berkana es una librería española fundada por Mili Hernández y Mar de Griñó que se encuentra en la madrileña Calle de Hortaleza, 62. Fue creada en 1993 y se convirtió en la primera librería especializada en cultura LGTBIQ+ de España y de Latinoamérica.

Sus primeros años de historia fueron complicados, debido a la escasez de libros de temática LGTBIQ+ y a la falta de clientes, puesto que muchos/as no se atrevían a cruzar sus puertas (hacerlo, al fin y al cabo, debemos pensar que era una forma de significarse en un momento en el que las cosas no eran como son ahora). Sin embargo, hoy en día Berkana se ha convertido en una de las librerías de referencia especializadas en esta temática. Además, también cuenta con una editorial propia e independiente, la Editorial Egales, creada en 1995, donde se publican libros sobre LGTBIQ+ tanto de ficción como de no ficción.

Berkana, más allá de ser una librería, es un espacio de convivencia y de encuentro para el colectivo LGTBIQ+. En su local se realizan numerosas actividades, tales como presentaciones y firmas de libros con la presencia de los autores/as, coloquios e incluso celebraciones de días especiales para el colectivo, como el 1 de abril, el Día del Libro LGTBIQ+.

La existencia de librerías como Berkana, y de los libros que se venden en ellas, tiene una gran importancia para nuestro colectivo, sobre todo en estos tiempos en los que nuestros derechos y libertades se ven amenazados por la aparición de la extrema derecha. Por otro lado, estas librerías, a diferencia de los grandes almacenes, promueven el encuentro social, pues en el local de Berkana el lector/a se encuentra con otros lectores/as, con sus autores/as favoritos, e incluso con las dueñas de la librería, siempre dispuestas a realizar recomendaciones.

Y, por último, y lo más importante: conceder un lugar a este tipo de lecturas es de vital importancia a la hora de forjar identidades que se encuentran "fuera de la norma". A través de las historias o de los relatos de otros/as, los lectores/as nos sentimos acompañados, entendemos lo que nos pasa, podemos nombrarlo, normalizarlo y, a partir de ahí, construir nuestro yo, convirtiéndonos en aquellas personas que siempre hemos deseado ser. En definitiva, la lectura es un refugio y un rayo de luz para un colectivo como el nuestro, que ha tenido que vivir muchos años en la sombra.

Guillermo Sevillano Renedo

Escritura sobre lectura

Escritura sobre lectura

Leo mis emociones.
Leo habitaciones.
Leo desilusiones.
Te leo leyéndome.
A veces me canso de leer, de no encontrar mi libro.
A veces no leo, me pongo a correr.
A veces me pierdo de página.
A veces me cuesta volver.


Leo todos los días.
Pero no leo “todos los días”.
También leo ingredientes o libros de texto.
Leo y me encuentro.
Leo y me pierdo.
¿Dónde estoy? No sé, no lo recuerdo.


Leo y pasa el rato.
Leo y se detiene el tiempo.
Leo lo que escribo.
Escribo, y leo a la vez.
Leo mares de pena.
Lloro mares de pena.
Leo desde la ignorancia.
Leo sin concordancia.
Leo hasta la hora de cenar.
Entonces, me pongo a bailar.
No siempre que quiero leo.
Y, a veces, leo cuando no quiero.
Muchas veces me olvido de lo que leo.
Otras veces dibujo lo que leo.
También leo dibujos.
Los colores, los leo.
Las formas, las veo.
Leo pentagramas con notas y silencios. Leo silencios. Leo silenciosamente.


A veces leer me hace reír.
Leer, otras veces, me duele.
Pero rara vez me suelo arrepentir de leer.
Lo escrito es siempre más paciente que el que lee.
Nunca la página de un libro se ha enfadado conmigo.
Y lo agradezco. Se lo agradezco. Te lo agradezco.
El tiempo, ahora, también lo leo.
La lluvia borra lo que escribo.
El sol, en cambio, lo fija, aunque no tenga sentido.

A veces, echo de menos leer, como echo de menos al que quiero.
Leo lo que piensas mientras lees esto. Y no sé si lo estás leyendo. No lo doy por supuesto.

 

Elisa Mercedes López Canalejo

Los quioscos en peligro de extinción

Los quioscos en peligro de extinción

Hace no tantos años, la única forma de leer las noticias y de estar al tanto de lo que sucedía a nuestro alrededor eran los periódicos impresos, que solían comprarse en los quioscos de prensa, muy habituales en todas las ciudades. A día de hoy, las nuevas tecnologías y los periódicos digitales han robado el puesto a estos quioscos, convirtiéndolos en establecimientos en peligro de extinción. Estos lugares de venta y circulación de periódicos, revistas y libros de bajo coste han sido de máxima importancia en los años ochenta y noventa y es por eso que, varios lugares de España, como Valladolid, Murcia o Barcelona, están levantando proyectos para evitar su desaparición y cierre.

Los primeros quioscos en España surgieron a mediados del siglo XIX, pero estos no estaban dedicados a la prensa, pues no fue hasta años más tarde cuando el diario El noticiero Universal abrió el primer quiosco de prensa en la ciudad de Barcelona. Esta revolución fue criticada por muchos y no era vista como algo que fuera a producir beneficios, puesto que los periódicos eran generalmente entregados a las puertas de las casas. Poco a poco estos lugares se fueron convirtiendo en parte esencial en la vida social de las ciudades, donde la gente acudía diariamente para hacerse con la información del día, libros de precios muy asequibles y revistas de todo tipo, convirtiéndose en el punto de información y tiempo libre de los ciudadanos/as de todas las clases sociales y edades de cualquier ciudad del país.

El número de quioscos en nuestro país ha descendido más de un 44% en los últimos diez años debido al cambio de hábitos en los lectores/as de prensa. Un quiosco a la semana es cerrado definitivamente en España, y es por eso que este sector está reclamando al Gobierno ayudas públicas para evitar que las persianas de estos espacios históricos bajen para siempre. Estos establecimientos no han conocido una buena época desde la crisis económica del 2008, ya que, con la llegada de la pandemia de COVID-19 y el confinamiento, la enorme inflación actual o la crisis del papel, todo ello ha despertado entre los dueños de estos locales la necesidad de reinventarse para poder sobrevivir.

Por desgracia, cada vez es menos común ver publicaciones impresas en los quioscos. En su lugar, estos han optado por implementar cajeros automáticos, productos artesanales, souvenirs de la ciudad e incluso productos digitales. La complicación de cerrar los quioscos también es un factor que hace que sigan abiertos, puesto que son los propios dueños los que, tras cerrar el local, deben deshacerse del quiosco haciendo que muchos trabajadores cumplan su jornada a pesar de tener pérdidas.

En general, es muy evidente el rapidísimo ritmo de progreso que estamos teniendo en los últimos años en cuanto a lo que la lectura se refiere. En mi opinión, no podemos evitar seguir el ritmo que marca la sociedad, pero también tenemos que hacernos cargo de nuestras raíces y cuidar y conservar bonitas tradiciones como lo son los quioscos de prensa que todos recordamos en nuestras infancias.

June Igartua García

Hagamos que los libros sean accesibles

Hagamos que los libros sean accesibles

Las nuevas tecnologías nos han abierto muchísimas puertas: podemos reservar vuelos, hacer la compra, comprar ropa y accesorios, ver películas… La lista de posibilidades es infinita. La problemática de esto es que, al igual que a nosotros nos ha abierto puertas, a nuestros mayores les han dejado fuera de ellas.

Somos una generación de la que popularmente se dice que hemos nacido con un IPhone en la mano. No quiero decir que esto sea un problema, simplemente que los tiempos han cambiado muy rápido y no nos hemos tomado el tiempo suficiente para que nuestros abuelos/as nos sigan el ritmo.

El placer de leer es inamovible, sin importar la generación, pero la forma de leer sí que ha cambiado. Las ventajas que nos ofrece leer en digital son amplias: ahorras espacio, dinero, puedes llevar multitud de libros allá donde vayas en un mismo dispositivo, que éste además sea muy manejable… Pero si la tarea de descargar estos libros al ebook puede resultar complicada para muchos de nosotros/as, más aún lo es para nuestros abuelos y abuelas.

Por esta razón, he querido hacer una lista de proyectos o páginas web donde descargar libros es una tarea muy fácil para todos/as, además de que todas las opciones expuestas a continuación ofrecen multitud de obras gratuitas a elección del propio autor/a:

1. Amazon. Esta plataforma es muy conocida para todos/as. Nos ofrece una biblioteca bastante amplia en la que descubrir infinidad de obras para leer en formato digital. Descargar libros desde Amazon es relativamente sencillo. Para ello lo primero que debemos hacer es comprarlo (hay muchísimos títulos gratuitos) en la tienda, para luego abrir la aplicación de Kindle en el libro electrónico, pinchar en “Biblioteca”, tocar en la portada de la obra y entonces ésta comenzará a instalarse.

2. Europeana. Este proyecto se puso en marcha en 2008 y está considerado como la gran Biblioteca Digital Europea. Da acceso a más de 58 millones de obras, tanto libros, músicas y videos. Es tan sencillo como entrar en la plataforma y darle al icono de la flechita hacia abajo, “Descargar”, y ya lo tendríamos.

3. Project Gutenberg. Se trata de una de las páginas de más renombre para la descarga de libros de forma gratuita y legal. En esta plataforma podemos tanto descargar libros cómo leerlos en línea.

4. Literanda. Esta plataforma nos ofrece un amplio catálogo, de alrededor de 60 mil ejemplares en formatos para libros electrónicos, Kindle y PDF. La mitad de su contenido es completamente gratuito y el proceso para descargar una obra es simple: basta con buscar la obra y hacer click sobre ella y la descarga comenzará enseguida.

5. La Casa del Libro. Esta tienda de libros tan reconocida en España nos ofrece su versión digital y la opción de descargar libros gratuitos en ebooks, con la única condición de crearnos una cuenta en la página de la Casa del Libro.

Lucía Gómez López

La lectura: arma de destrucción masiva de la ignorancia

La lectura: arma de destrucción masiva de la ignorancia

https://okdiario.com/ciencia/que-consiste-lectura-profunda-como-nos-afecta-10345479

Buscando por internet algún artículo que me pudiera parecer interesante, relacionado con mis inquietudes acerca de la lectura, encontré uno publicado el 28 de enero en OK Diario por Francisco Mora, donde se llamaba la atención sobre el concepto de “lectura profunda” y sobre la falta de atención que habitualmente prestamos cuando leemos un texto.

Aunque se trata de un artículo corto, en el texto se hace referencia además a otros contenidos muy interesantes, directamente relacionados con la lectura. La lectura profunda no deja de ser una práctica que permite hacer una inmersión más comprensiva del texto, usando de forma más intensiva la corteza cerebral, en contraposición a una lectura superficial, en la que, según la neurocientífica Marianne Wolf, “solo estamos obteniendo la información”. Al hacer un esfuerzo mayor por comprender lo que leemos estamos desarrollando habilidades como la memoria, el pensamiento crítico, la reflexión, el aprendizaje o el desarrollo cognitivo sin apenas ser conscientes.

Si la lectura, y en concreto la lectura profunda, repercute en todas estas habilidades, además de conseguir momentos de disfrute maravillosos, deberíamos plantearnos si es un arma de defensa contra el autoritarismo, la ignorancia y el control, por lo que se debería fomentar desde los hogares y las aulas la lectura como un hábito que forme parte de la rutina diaria de cualquier persona. La lectura es capaz de desarrollar el espíritu crítico en las personas, nos da las herramientas para cuestionar y poner en duda con argumentos y explicaciones claras y concisas aquellas falsedades que muchas veces se convierten en verdades, tergiversando la realidad y creando ideologías pobres y controladoras, con consecuencias devastadoras para todo el conjunto de la sociedad. Basta con dar un paseo por la historia y detenernos, por ejemplo, en el doloroso holocausto nazi. Su propaganda, su control, la destrucción y la prohibición de una lista interminable de textos, llevó al mundo a una catástrofe inimaginable, que contribuyó a manipular el pensamiento de millones de personas. Pero este control de la forma de pensar a través de la lectura, de los textos permitidos para su lectura frente a los prohibidos, de lo que está “bien” y lo que está “mal”, ha pasado en otros muchos momentos de la historia y, por desgracia, pasa todavía hoy en muchas partes del mundo donde gobiernos dictatoriales utilizan el poder de la lectura para controlar la forma de pensar de sus ciudadanos y señalar una única forma de ser y pensar, la suya.

Un ejemplo, salvando las distancias, en la actualidad son las llamadas fake news. ¿Podemos creernos todo lo que leemos en las redes? Quizás si llevásemos a cabo una lectura profunda, la mentira y la manipulación dejarían de ser las aliadas de determinadas ideologías o tendencias presentes en nuestros días.

Elena Gosálvez Vera

Del uno al otro confín

Del uno al otro confín

Una biblioteca nos ayuda no sólo a saber dónde estamos, sino también a saber de dónde somos, en qué lugar podemos comprender nuestro sentido de pertenencia. Se trata de una relación más o menos ordenada con el pasado, el presente y el futuro. En un mundo muy acostumbrado a navegar entre el espacio y el tiempo, la biblioteca nos lleva a los puertos del ser y el estar.

Del uno al otro confín es el título que lleva la exposición que la Dirección de Cultura y Bibliotecas del Instituto Cervantes ha abierto al público recientemente en su sede central. Considero un acierto dejar que la canción de Espronceda, Viento en popa y a toda vela, cambie aquí sus cañones por los libros. En su red internacional de más de sesenta bibliotecas repartidas por todo el mundo, Asia a un lado, al otro Europa, y más allá Australia, África y América, la cultura navegue del uno al otro confín.

La exposición empieza por explicar quiénes somos y en dónde estamos. El espacio que da la bienvenida sirve para recordar, por ejemplo, que la biblioteca de Nueva York está dedicada a Jorge Luis Borges, que Octavio Paz está en París, Nélida Piñón en Río de Janeiro, María Zambrano en Roma, Francisco Ayala en Estocolmo, Federico García Lorca en Tokio, Nicolás Guillén en Dakar, Emilio Pérez Galdós en Rabat, Salvador Espriu en Palermo, Gabriel Aresti en Lyon, Gabriela Mistral en Sidney, Torrente Ballester en Lisboa y Rosalía de Castro camino de Curitiba.

Pero esta exposición, en la primavera de 2023, nos ayuda también a preguntarnos de dónde somos y en qué lugar nos pensamos, mientras resulta necesario participar en las innovaciones tecnológicas, las nuevas formas de lectura, los servicios de autopréstamos, las vías electrónicas y los panes y los peces de la transformación digital. Conviene dar la bienvenida a las invenciones del progreso, pero sin olvidarnos de ser precavidos para no pervertir el verdadero diálogo humano con el tiempo, la conversación que nos define, el enredo entre el pasado, el presente y el futuro. La superstición de las novedades es una mala manera de encarar el camino si la credulidad en las ofertas impide meditar sobre los peligros que acarrean. Resulta necesario valorar lo que merece la pena ser conservado o lo que conviene evitar como hoja de ruta.

La Inteligencia Artificial debe trabajar en beneficio de la dignidad de los seres humanos, no hacer que los seres humanos se pongan a las órdenes de las máquinas. Federico García Lorca, después de asistir a la Primera Guerra Mundial y a la crisis de Wall Street, resumió los peligros de un mal progreso en dos versos: “La luz es sepultada por cadenas y ruidos / en impúdico reto de ciencia sin raíces”. Criticaba el poeta la ruptura del pacto entre la ciencia, la técnica y las humanidades que favorecía una pérdida de respeto gravísima de los usos nuevos a la dignidad de las personas.

Envueltos por las imperiosas y necesarias demandas de la transformación digital, la muestra, organizada con los fondos antiguos de las bibliotecas Cervantes, ha significado para mí ese pacto entre ciencia, tecnología y humanidades fundamental en la raíz de la cultura a través de los siglos. Pasear entre la Gramática de Nebrija y el Tesoro de la lengua castellana de Sebastián de Covarrubias, hasta llegar a la poesía de Rafael Cadenas, último Premio Cervantes, supone el protagonismo de una herencia que nos constituye en comunidad.

Y en ese ámbito, en la conciencia que permite reconocer dónde somos, es importante identificar la unidad en la diversidad, la configuración de una biblioteca única e internacional que se detiene también a dialogar con las experiencias localizadas, el lugar de cada uno. No es extraño que en el sur de Francia tengan protagonismo los libros que recuerdan la guerra civil o el exilio republicano, ni que en la biblioteca de Manila esté presente José Rizal, otra víctima de una España que no supo gestionar y escribir su futuro.

Ningún gran escritor nace sabiendo escribir. Conviene no olvidar que el futuro tampoco nace sabiéndolo todo de sí mismo. Hay que invitarlo una y otra vez a que piense sobre sus posibilidades con la paciencia del adolescente que, apasionado por la lectura, necesita aprender a escribir. O aprender a mirar el esfuerzo con tachaduras del autor maduro que no se cansa de corregir lo escrito. En la exposición puede verse el borrador de La guerra del fin del mundo, mecanografiado y corregido a mano por Mario Vargas Llosa. También están los poemas adolescentes de Francisco Brines, poemas que nunca se llegaron a publicarse debido a la conciencia crítica de su autor.

Eso es una biblioteca, la historia de la conciencia de una cultura, el pacto entre la diversidad y la unidad que representan los libros, las palabras que nos han hecho, la imaginación que nos llama y nos espera, la herencia que avanza.

Aitana Márquez Pérez

Proyecto "Perros y letras"

Proyecto "Perros y letras"

En muchas ocasiones, los animales sirven de ayuda fundamental para la terapia, ya que sirven para desarrollar habilidades tanto motrices, como sociales e incluso lectoras. La relación entre el animal y la persona aporta grandes beneficios a ambos, pero en este caso en terapia se utiliza muy habitualmente puesto que hace que desarrollemos con mayor facilidad la responsabilidad y la empatía, consiguen reducir el estrés y la ansiedad y mejoran nuestro estado de ánimo.

Es por eso por lo que me gustaría presentar el proyecto R.E.A.D, fundado en Estados Unidos en 1999 y que actualmente está funcionando por todo el mundo. Es una organización que trata de mejorar las habilidades lectoras, así como de fomentar la lectura con la ayuda de perros que están adiestrados para ello.

Este proyecto ha utilizado de manera terapéutica los perros con niños/as para ayudar a desarrollar las habilidades lectoras a aquellos que tienen dificultades en su aprendizaje. Con ayuda de estos animales, consiguen crear un ambiente tranquilo y familiar que le permiten a estos niños/as estar más concentrados y sin sentir presión a la hora de practicar la lectura, pues los animales nunca les van a juzgar, simplemente van a escucharles. Los perros actúan como oyentes y acompañantes de los niños/as durante ese proceso de aprendizaje. Por lo tanto, este proyecto tiene grandes beneficios, pues fomenta la empatía y la responsabilidad con animales; además de impulsar a la lectura y al aprendizaje; y, sobre todo, de ayudar a aquellos/as que tienen mayores dificultades sin ningún prejuicio.

Todos los que han probado este proyecto han salido maravillados, puesto que los niños/as no solo mejoran en su comprensión lectora, sino que también en motivación, seguridad en sí mismos y empatía con los animales. Por lo tanto, es un proyecto muy positivo.

Actualmente cuentan con más de 5.600 equipos trabajando por todo el mundo, en numerosos países como Australia, Finlandia, Canadá, Holanda o España. La empresa cuenta con un personal formado tanto en educación, como en psicología y logopedia, y destaca su innumerable trato con sus mascotas, puesto que son una parte fundamental de su trabajo y de su vida.

El proyecto está dedicado principalmente al trato con niños/as, aunque he de destacar que se ha impulsado hace poco tiempo un proyecto conocido como “Mayores muy conectados”, orientado a personas mayores con la finalidad de que expresen sus emociones y sentimientos, y de facilitar la comunicación mediante el trato con los animales. Sin duda es un proyecto innovador, positivo, y que puede aportar muchos beneficios a la sociedad.

María Urdiales del Pino

“El Principito”. Vida interior

“El Principito”. Vida interior

El pasado 6 de abril el libro El Principito celebro su 80 aniversario. Este libro fue publicado por primera vez en 1943 y desde entonces se ha convertido en uno de los libros más leídos y queridos en todo el mundo. Es un libro capaz de inspirar a personas de todo tipo de culturas y edades. 

El Principito es una obra que ha sido traducida a más de 300 idiomas y dialectos diferentes, y ha vendido más de 140 millones de copias en todo el mundo. La historia sigue las aventuras de un joven príncipe que viaja de un planeta a otro, encontrando personajes extraños y maravillosos a lo largo del camino. A través de sus viajes, el príncipe aprende lecciones valiosas sobre la vida, el amor y la amistad.

Este libro ha sido un éxito tan duradero debido a su estilo poético y filosófico, así como a sus mensajes universales sobre la naturaleza humana y el sentido de la vida. 

Uno de mis capítulos favoritos de este libro es el XXI. En este capítulo, el Principito conoce al Zorro, tienen una gran conversación sobre la amistad y el amor. Es un reflejo de una amistad entre dos buenos amigos, dónde se hace latente la sencillez de preguntar las cosas cuando uno no sabe. Siempre conecto este capítulo con una idea: los seres humanos tenemos un mundo interior que son nuestros pensamientos, nuestros proyectos, las cosas que nos vamos diciendo en el día a nosotros mismos. Si ese mundo interior lo compartes con alguien, se convierte automáticamente en vida interior, compartes tu intimidad con alguien. Eso es lo que hace el Principito, comparte lo piensa y lo que siente con el zorro. Las personas que dicen lo que piensan, que comparten su interior con la gente que les rodea, las que son capaces de expresar lo que sienten con palabras, son personas muy ricas a nivel interior. Un buen amigo es aquel que te anima a fomentar esta vida interior, que te pregunta cómo te sientes, qué piensas u opinas, el que te anima a exteriorizar lo que llevas dentro, el que te anima a mostrar ese mundo interior para que se convierta en vida interior.

Fue entonces que apareció el zorro:

– Buen día – dijo el zorro.

– Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio la vuelta, pero no vio a nadie.

– Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...

– ¿Quién eres? – dijo el Principito –. Eres muy bonito...

– Soy un zorro – dijo el zorro.

– Ven a jugar conmigo – le propuso el Principito –. Estoy tan triste...

– No puedo jugar contigo – dijo el zorro –. No estoy domesticado.

– ¡Ah! Perdón – dijo el Principito.

Pero, después de reflexionar, agregó:

– ¿Qué significa “domesticar”?

– No eres de aquí – dijo el zorro –, ¿qué buscas?

– Busco a los hombres – dijo el Principito –. ¿Qué significa “domesticar”?

– Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. ¡Es bien molesto! También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?

– No – dijo el Principito –. Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”?

– Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro –. Significa “crear lazos...”

– ¿Crear lazos?

– Claro – dijo el zorro –. Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...

– Comienzo a entender – dijo el Principito –. Hay una flor... creo que me ha domesticado...

– Es posible – dijo el zorro –. En la Tierra se ven todo tipo de cosas...

– ¡Oh! No es en la Tierra – dijo el Principito.

El zorro pareció muy intrigado:

– ¿En otro planeta?

– Sí.

– ¿Hay cazadores en aquel planeta?

– No.

– ¡Eso es interesante! ¿Y gallinas?

– No.

– Nada es perfecto – suspiró el zorro.

Pero el zorro volvió a su idea:

– Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y, además, ¡mira! ¿Ves, allá lejos, los campos de trigo? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Y eso es triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. ¡Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...

El zorro se calló y miró largamente al Principito:

– Por favor... ¡domestícame! – dijo.

– Me parece bien – respondió el Principito –, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

– Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro –. Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!

– ¿Qué hay que hacer? – dijo el Principito.

– Hay que ser muy paciente – respondió el zorro –. Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

Al día siguiente el Principito regresó.

– Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro –. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.

– ¿Qué es un rito? – dijo el Principito.

– Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro –. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. ¡Entonces el jueves es un día maravilloso! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailarán en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Así, el Principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:

– ¡Ah! – dijo el zorro... – Voy a llorar.

– Es tu culpa – dijo el Principito –, yo no te deseaba ningún mal, pero tú quisiste que te domesticara.

– Claro – dijo el zorro.

– ¡Pero vas a llorar! – dijo el Principito.

– Claro – dijo el zorro.

– ¡Entonces no ganas nada!

– Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.

Luego agregó:

– Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.

El Principito fue a ver nuevamente a las rosas:

– Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo –. Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.

Y las rosas estaban muy incómodas.

– Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó –. No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.

Y volvió con el zorro:

– Adiós – dijo...

– Adiós – dijo el zorro –. Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

– Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el Principito a fin de recordarlo.

– Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.

– Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el Principito a fin de recordarlo.

– Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro –. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...

– Soy responsable de mi rosa... – repitió el Principito a fin de recordarlo.

Ana Torres Capapé

Más libros más libres

Más libros más libres

Esta frase está pintada en una de las paredes más céntricas del municipio de Azuqueca de Henares, en Guadalajara. En un primer momento, pensé que era una frase para incentivar la lectura, ya que la biblioteca municipal está ubicada muy próxima a esta pintada; sin embargo, después de leer durante años esta frase, situada a menos de cinco pasos del Ayuntamiento de la ciudad, me apareció en un post de una cuenta en Instagram que tenía la foto que vemos.

Esta frase es el lema de una iniciativa solidaria impulsada por la asociación feminista Teta&Teta para acercar la literatura a las reclusas de las cárceles españolas. Este bonito proyecto tiene como objetivo llevar libros nuevos o usados, siempre con una dedicatoria manuscrita en el interior, para la receptora reclusa. El principal destino de este proyecto es la cárcel de mujeres Alcalá-Meco, por su localización contigua al municipio azudense, aunque también lo han llevado a cabo en otras cárceles del país.

Como lectores/as, sabemos que los libros nos hacen sumergirnos en el ambiente y contexto en el que transcurren las historias que descubrimos en los libros, por lo que ese es el objetivo de dedicárselos a las presas: conseguir que mentalmente puedan sentirse libres y escapar de realidad de las paredes de la cárcel en la que se encuentran, viajar, aunque sea por un tiempo limitado, a un lugar idílico y lejano. La finalidad de la dedicatoria es que las presas tengan un contacto cercano con el exterior, como si una amiga les contase un suceso que les ha ocurrido.

El propósito de estas bibliotecas creadas por Teta&Teta es que las reclusas puedan continuar o comenzar su formación, por lo que hay libros para todos los niveles, tratando siempre de promover la alfabetización entre esas mujeres (hay que tener en cuenta que la mayoría de las reclusas poseen un bajo nivel de formación y una pobre educación, por otro lado, una de las causas fundamentales de la delincuencia).

En esta frase “más libros más libres” observamos que se trata de incentivar la lectura, al tiempo que de concienciar a las reclusas a que el saber y el conocimiento les proporcionarán una mayor libertad, no solo porque les darán mayores salidas laborales, sino también porque poseerán el conocimiento propio de diferenciar las acciones correctas de las incorrectas. Esta biblioteca tiene como meta la reinserción y el aprendizaje personal por parte del recluso durante su permanencia en la cárcel, además de una importante proyección pedagógica. Hagamos que los libros nos hagan a todos/as, pues, más libres.

Malena Navarro Navajo

Una pequeña “fanzinoteca” alcalaína

Una pequeña “fanzinoteca” alcalaína

Por una calle cercana a la plaza de los Santos Niños de Alcalá de Henares, la calle Tercia, nos encontramos una tienda de segunda mano llamada “La Sostenible”. Entre ropa y otros objetos de segunda mano, descubrimos una pequeña fanzinoteca. ¿Qué es esto? Pues se trata de una biblioteca que recopila fanzines autopublicados o de editoriales independientes que en algún momento fueron donados o comprados por nosotras. A modo de definición, un fanzine es un formato con el que cualquier persona puede plasmar sus inquietudes creativas o comentar temas que le interesan, aunque es difícil de definir ya que hay una gran variedad. Empezamos a conseguir fanzines a través de un buzón hecho con una caja de zapatos, donde la gente que quería los metía y automáticamente pasaban a formar parte de la colección. Así, aunque el formato fanzine no es nuevo, hacemos que más gente lo conozca y se acerque a él hoy en día.

Junto la dueña de la tienda, Belén, veíamos la necesidad de dar a conocer este formato en la periferia, ya que normalmente los eventos de artistas y creadores de fanzines casi siempre se celebraban en el centro de Madrid. De este modo, Irene, una antigua alumna de Humanidades de la UAH; Clara, actual estudiante de Bellas Artes en la UCM; y yo, otra Irene, pero con el apodo de Kimo (antigua estudiante de la escuela pública de arte Arte Diez), decidimos ponerla en marcha. En la fanzinoteca hay fanzines de tamaños y temáticas variadas: perzine (fanzines personales), políticos, de ilustración, de fotografía y formativo. Como ya adelantaba, muchas categorías. Incluso, algunos ejemplares tienen ya bastantes años.

Actualmente, es Belén quien se ocupa de controlar qué fanzines salen o entran. ¿Cómo? Clara diseñó unos carnets de fanzinoteca donde hay que incluir tu nombre, teléfono, correo y… animal favorito. Además, formamos un documento excel para nuestro registro interno donde apuntamos cada fanzine nuevo que entra, si lo ha tomado alguien prestado, quién, etcétera.

En la fotografía que acompaña este texto, aparece una lámina que la dueña de “La Sostenible” encontró, un cartel curioso y aparentemente antiguo que puso junto a la fanzinoteca. Dice así: HAI EXCOMUNION RESERVADA A SU SANTIDAD CONTRA CUALESQUIERA PERSONAS, QUE QUITAREN, DISTRAXEREN, O DE OTRO QUALQUIER MODO ENAGENAREN ALGUN LIBRO, PERGAMINO, O PAPEL DE ESTA BIBLIOTHECA, SIN QUE PUEDAN SER ABSUELTAS HASTA QUE ESTA ESTÉ PERFECTAMENTE REINTEGRADA.

Con ello, queremos llamar la atención para que, aunque sean fanzines, la gente tenga presente la importancia de tratarlos con cuidado, ya que sigue siendo un formato igual de válido que un libro (tal y como lo conocemos).

Rodríguez Sánchez, Irene 

Del lector/a, al autor/a

Del lector/a, al autor/a

Cuando los lectores/as nos paramos a pensar si podemos modificar el rumbo de la escritura de un autor/a, nos preguntamos hasta qué punto un escritor/a tiene en cuenta a su público a la hora de desarrollar su obra.

Con esta publicación esperamos responder brevemente a esta pregunta, aunque no es del todo sencillo, ya que los lectores y el autor no siempre tienen pensado el mismo camino para la obra que se está escribiendo. No obstante, basándonos en experiencias reales podemos afirmar que hoy en día es frecuente que el autor/a tome algunas ideas de sus lectores/as haciendo encuestas públicas, leyendo las cartas que les envían con sugerencias o incluso repartiendo entre su círculo cercano un avance para recolectar opiniones sobre el desarrollo de la historia y poder tener un punto de vista externo a la obra.

En el caso de la escritura de sagas, el lector/a tiene una gran importancia en el aporte de ideas para que el autor/a introduzca en el siguiente volumen algunas ideas que han aportado sus lectores/as mediante interacción con el autor/a. No obstante, la variedad de lectores/as es tan amplia que no siempre resulta posible introducir todas sus sugerencias, además de que evidentemente los escritores/as tienen también su propia opinión y siempre van a replicar con estricta rigurosidad las peticiones de sus fans, pues deben mantener viva su libertad de escritura.

Realizando estas interacciones entre lectores y autores, se pretende no solo recolectar ideas, sino también intentar desarrollar la novela adaptándola a los gustos de los lectores/as sin perder la esencia de la idea original. Este es el caso de aplicaciones móviles como Episode - Choose Your Story o Choices: Stories You Play, donde dentro del desarrollo de la historia original, es el propio lector/a el que elige su camino en la obra, es decir en esta aplicación de historias al estilo cómic semi-animado, el lector/a es el centro de la historia, lo que lo hace el elemento más importante para su desarrollo tanto por su opinión como por las posibles decisiones a tener en cuenta en la historia por el autor/a.

En estas aplicaciones disponibles tanto en Android como en IOS existen diferentes temáticas en las historias, pero al estar centradas en un público adolescente, la mayoría de ellas son románticas, de fantasía y suspense con algunos toques de thriller. El lector/a independiente de la temática que desee leer tiene control de las decisiones de apariencia de su protagonista así como las decisiones que se toman a lo largo de la trama, teniendo estas un papel de suma importancia para el desarrollo de la obra y la relación con los demás personajes, siendo al final el protagonista de la historia la personificación de lector/a y de sus decisiones, dando a entender al lector/a que sus decisiones tienen tanto consecuencias positivas como negativas.

Podemos por tanto afirmar que el lector/a siempre es una influencia para los autores/as, especialmente en los casos de la escritura de sagas y de las aplicaciones móviles que permiten interactuar con el autor/a de la obra que se está escribiendo y sugerir decisiones dentro de la historia o ayudar en su desarrollo, con la aportación de ideas.

Rodrigo Díez Callejas

Los libros a través de la poesía

Los libros a través de la poesía

Tú, querido lector,

que como Romeo y Julieta

buscas una historia de amor,

que has encontrado en sus ojos

el tesoro de El alquimista.

 

¿Qué te causa tanto dolor?

Es La historia interminable

de un Principito solitario,

tratando de no ser Invisible,

tratando de no ser secundario.

 

Pero Nadie en esta Tierra te entiende,

eres El extranjero de la ciudad,

eres el Olvidado rey Gudú

y es tu Crimen y castigo

pasar Cien años de soledad,

aunque Nadie es mas de aquí que tú.

 

Así que, querido lector,

cuando sientas que Todo se desmorona

da Un grito de amor desde el centro del mundo,

haz Todo eso que tanto nos gusta,

valdrá la pena cada segundo.

 

Alicia Herrera Ángeles

 

Una historia interminable

Una historia interminable

Mis dedos se deslizan sobre una maravillosa página de papel, huele a emoción, a saber, a aventura… cada vez que abro un nuevo libro, se produce un cosquilleo en mi interior, ¿será un libro que me dejará huella? ¿dónde viajaré? ¿qué emociones evocará? Pero, qué curioso, nunca he pensado en su historia, la historia de un hecho sin igual, la historia de la lectura. Este post me va a permitir indagar sobre ello, y adentrarme en un hecho que, seguro ha cambiado por completo, la historia de la humanidad.

Saber leer parece hoy en día, sobre todo en Occidente, algo innato al ser humano, pero no es así. Un hecho, en apariencia trivial, como lo es la lectura, es en realidad un ejercicio muy complejo que exige muchas habilidades relacionadas con factores neurolingüísticos, y elementos externos, como el soporte de los signos y códigos, y otros socioculturales, de tipo histórico, etc.

Existe una íntima relación ente la escritura y la lectura. La primera ha evolucionado a lo largo de los siglos, en un primer momento se utilizaron figuras y símbolos convencionales para representar pensamientos e ideas hasta que estos evolucionaron, en las diferentes culturas, hacia la escritura alfabética, cuyas primeras manifestaciones se encuentran en el Mediterráneo Occidental a partir del II Milenio a. C. Una vez establecidos los alfabetos en Oriente y Occidente, su soporte era habitualmente un rollo de papiro que, para leerlo, había que ir desenrollando y enrollando. No era un formato cómodo, por lo que de éste se pasó a la forma de libro, donde la lectura era mucho más sencilla de realizar, aunque su legibilidad dependía, como también antes, de la habilidad del escribiente.

Un acontecimiento transcendental para facilitar el acceso al conocimiento y el disfrute, a través de la lectura, fue la invención de la imprenta por un orfebre apodado Gutenberg, quizás el invento con mayor impacto en la historia. Y aunque ahora existen dispositivos digitales como los e-books que nos facilitan tener en muy poco espacio miles de páginas que narran, cuentan, explican, exponen, disertan, cuestionan…, no hay nada como leer una buena historia en un libro en papel, como los de toda la vida.

Aunque leer es algo maravillo, no siempre tiene por qué ser un placer, pues depende de la naturaleza del texto y de nuestra motivación de lectura. No es lo mismo leer porque tenemos que estudiar un examen, que leer una novela que hemos elegido nosotros/as mismos; como tampoco es lo mismo leer un poema, que un texto algebraico; una cita, que un texto científico, etc. Lo que si es cierto es que el desarrollo de la escritura y de los soportes, a través de los siglos, nos ha permitido disponer en la actualidad de un infinito mundo de cultura, saber y placer que no se puede comparar con nada, pues en la lectura, sin viajar, viajas; sin conocer, conoces; sin oler, hueles; sin degustar, gustas; sin tocar, tocas… A través de la lectura, cada persona crea una realidad propia y una forma distinta y única de ver el mundo.

Elena Gosálvez Vera

“La historia interminable”. Los libros de fantasía en nuestra infancia y la imaginación

“La historia interminable”. Los libros de fantasía en nuestra infancia y la imaginación

Muchas personas en nuestra infancia hemos leído libros de fantasía que nos transportaban a lugares que nunca habríamos imaginado, y todo ello, sin movernos de nuestra casa o de la biblioteca. Esto es lo que le sucedió a Bastian cuando leyó la preciosa y fantástica historia del libro La Historia Interminable.

Esta historia nos teletransporta junto con Bastian a un mundo fantástico, observando como la realidad se va difuminando poco a poco hasta que acabamos en el reino de Fantasía, demostrándonos mediante una metáfora, lo que nos transmiten los libros fantásticos, especialmente cuando somos pequeños. Bastian, nuestro protagonista, se encuentra en una situación familiar delicada, pues su madre acaba de fallecer y tiene que lidiar con su padre, un tanto problemático. Por si no fuera poco con esto, unos chicos de su clase le hacen bullying, así que Bastian, para escaparse de todos estos problemas, utiliza su imaginación, algo que creo que la mayoría hemos hecho siendo niños para, en ocasiones, evadirnos de la cruda realidad.

La adaptación del libro a la película fue dirigida por el famoso director Wolfgang Petersen, quien hizo un maravilloso trabajo trayendo al cine esta historia originalmente escrita por el escritor de literatura infantil Michael Ende. En lo que respecta al largometraje, podemos encontrar escenografías con una gran estética visual si tenemos en cuenta que la película es de los años 80. Personalmente, mis escenas favoritas son, en primer lugar, en la que Bastian entra en la librería huyendo de los chicos que le hacen bullying y se muestran pilas desordenadas de voluminosos libros, y, en segundo lugar, la trama final en la que aparece Bastian volando a lomos del icónico personaje de Fuyur.

Este relato nos demuestra a la perfección lo bonito que es soñar y el poder incalculable del uso de la imaginación, además de enseñarnos lo interesante que es la mente de un niño. Nos ilustra cómo un libro nos puede aportar tantos sentimientos, cómo nos marca para siempre. Personalmente, Bastian es un personaje con el que cualquier lector se puede identificar fácilmente, ya que a muchos de nosotros nos gusta escapar de la realidad, viajar a otro mundo y tener grandes aventuras.

Para finalizar, me gustaría destacar lo importante que es dejar a los niños soñar, dar rienda a su imaginación y a su creatividad, dejarles disfrutar de lo bonita que es la infancia y que lean historias como la de La Historia Interminable para potenciar todos estos conceptos mediante el emblemático género literario de la fantasía.

Lucía González Casero 

Porque quien sabe leer, lee como le da la gana

Porque quien sabe leer, lee como le da la gana

Juan Carlos Onetti se hallaba leyendo un libro en la terraza de su casa. Fue ahí cuando su entonces cuidadora, Mirtha Zokalski, entró y le vio con su libro. 

Ella empezó a reírse e hizo un ademán de sacar su cámara:

- Deja, te saco una foto.

Onetti aceptó. Se mostraba animado. Pero, antes de que Mirtha la sacase la foto, él procedió a dar la vuelta al libro: ahora estaba leyendo la portada en vez el interior del libro. Mirtha no protestó e inmortalizó aquel momento. Una vez tomada la fotografía, se acercó a él y le dijo:

- Oye, y, ¿por qué hiciste eso?

Onetti replicó con total seguridad:

- Porque quien sabe leer, lee como le da la gana.

Mirtha, a quien Onetti llamaba cariñosamente “Bijou”, estuvo hace no mucho tiempo en mi casa y me contó esta anécdota. Me hizo reflexionar en todas las veces que descarté la lectura de un libro por ser muy pesado, por no aguantarlo. ¿Y si hubiera saltado al siguiente capítulo? ¿Hubiera podido llegar al final? Eso es algo que solo yo sabré si sigo la filosofía de Onetti y aprendo a leer.

Irene Poza Galán

De los títulos de los pliegos de cordel al “clickbait”

De los títulos de los pliegos de cordel al “clickbait”

Considerar la literatura de cordel como una de las bases de la actual prensa rosa sería tomarse una licencia casi insultante para la historia de la lectura. Pero si analizamos algunos de sus factores más determinantes en ambos casos ¿seguiríamos considerándolo como tal?

La literatura de cordel es un género popular tanto oral como escrito, realizado en verso, que se difundía mediante el pliego de cordel, nombre que hacía referencia al modo de venderlo expuesto por tenderos en cordeles. A lo largo de la historia tardó mucho en recobrar la importancia necesaria como para ser objeto de estudio, pues era considerado excesivamente vulgar, cuyo contenido eran pequeños romances anunciados por títulos de lo más llamativo que atrapaban a los lectores. Características que, sin duda, nos transportan a lo que actualmente conocemos como prensa del corazón o prensa rosa, un tipo de periodismo que, esta vez en prosa, se dedica a abordar la vida de “la élite” social del momento. Sin embargo, aun que en cuanto a una (imaginaria) escala periodística pueda considerarse vulgar en comparación con el periodismo de guerra, su publico objetivo no diferencia entre cases, pues lo podemos encontrar tanto en la mesita de una peluquería de barrio obrero, como en el salón de una casa cuanto menos acomodada.  

Con la caída de la venta de la prensa escrita en la última década debido al protagonismo adquirido por las nuevas tecnologías, los medios tuvieron que reinventarse y adaptarse al formato online, siendo financiadas en gran parte por las visitas en web, por lo que, atraer lectores, cobra una importancia inmensa, y qué mejor manera que como ya se hacía en el siglo XV: mediante títulos o, en este caso, también imágenes completamente irresistibles, las del fenómeno conocido como clickbait o “ciberanzuelo”. Este fenómeno hace referencia al uso de titulares, en muchos casos ligeramente engañosos, que llevarán al lector a verse obligado a sumar una visita a esa pagina web.  

El cordel, con el tiempo transformado en un cable o unas simples ondas, conecta una literatura y una prensa que quizás no sean objeto de estudio para los intelectuales pero que, sin lugar a dudas, forman parte de nuestra vida cotidiana desde hace siglos.

Elena Sofío López

De entre los libros de (EX LIBRIS)

De entre los libros de (EX LIBRIS)

Un ex libris es una marca de propiedad que se coloca en el reverso de la cubierta de los libros o, en su defecto, en su primera hoja en blanco. Suele ser una estampa, un sello o una etiqueta y contiene el nombre del dueño del libro, o el de la biblioteca a la que pertenece, junto a la expresión latina ex libris. En muchas ocasiones no solo incluyen el nombre del propietario, sino también alguna imagen o dibujo. La expresión proviene del latín ex libris y significa “de entre los libros de”.

La técnica más común en la actualidad es la de la impresión con un sello grabado empleando tinta, aunque también he visto sellos que imprimen su grabado en el papel en relieve. Antes de la aparición de la imprenta, este tipo de sellos eran hechos de forma manuscrita, pero desde el siglo XV se han utilizado diversas técnicas de grabado o impresión para su fabricación, como la xilografía, calcografía, litografía, serigrafía, o el fotograbado, entre otros. Hoy en día se utilizan principalmente el diseño y la impresión digital en sellos de caucho.

Su origen se sitúa en Egipto y se remonta al siglo XV a.C., cuando surgió para dar respuesta a la necesidad de identificar al dueño de un libro para protegerlo de robos y descuidos. El faraón Amenhotep III contaba con una placa de barro cocida con unos jeroglíficos de esmalte azulado. Parece ser que era utilizado para marcar su propiedad en los estuches de los rollos de papiro de su biblioteca.

Pero el deseo de señalar los libros como propiedad aparece casi desde el origen de la lectura y la escritura. La revolución se produce, al igual que como hemos visto en clase que sucede con la lectura, con la llegada de la imprenta. Es entonces cuando podemos hablar de la existencia del ex libris en su sentido moderno. El primer ex libris que aparece tal y como lo concebimos hoy en día fue el del monje Hilprand Brandenburg, de Biberach (Alemania). Su diseño representaba a un ángel sujetando un escudo y fue utilizado para identificar los libros del monasterio de Buxheim en Alemania. En los siglos XV y XVIII predominan ex libris con escudos heráldicos, que denotaban prestigio a parte de propiedad, ya que solo las familias nobles podían permitirse tener grandes cantidades de libros, considerados por aquel entonces como verdaderos bienes de lujo. También encontramos dibujos de tema alegórico acompañados de algún lema, en relación con la profesión o el gremio del dueño.

En la época moderna, como vimos en clase, destacó un pequeño grupo de lectores conocido como los lectores eruditos. Estos lectores sentían una gran pasión y dependencia por sus libros, así que no es de extrañar que, al convertir los libros en el centro de su vida, hiciesen uso de estas marcas de propiedad para distinguirse del resto de lectores y de sus bibliotecas privadas. Estos solían formar parte de círculos humanistas, hacían suyos los libros: los leían una y otra vez sin descanso, hacían notas y apuntes en los propios libros según leían…, de modo que no podía faltar la marca de un ex libris que determinase que ese libro era único en su existencia.

En los siglos XIX y XX se produce el auge de la bibliofilia, el amor por los libros. El uso del ex libris se extiende a la clase media con el Modernismo, pues los libros ya no son inalcanzables para ellos. Esto propicia la aparición de los primeros coleccionistas de ex libris, además de los primeros tratados especializados sobre este tema.

Como fuente histórica, los ex libris nos aportan una importante información literaria, artística y social; gracias a los diseños de símbolos, alegorías y emblemas. En la actualidad el ex libris se ha convertido en un complemento literario que no solo identifica al dueño de un ejemplar, sino que también puede servir como retrato personal del propietario del libro gracias a las imágenes que incluye en el grabado. Además, hoy en día encontramos multitud de páginas web y tiendas donde uno puede diseñar su propio ex libris.

Una vez marcado de esta manera, cada libro se convierte en un ejemplar único e irrepetible. El ex libris que aparece en la imagen es mío y es con el que marco mis libros en la actualidad.

Lucía Cortés Cerdá

La censura en el mundo de la lectura

La censura en el mundo de la lectura

La censura en la historia de la lectura se remonta a tiempos antiguos, cuando los líderes políticos y religiosos restringían la difusión de ciertos materiales escritos que consideraban peligrosos para la moral y la estabilidad del poder.

Durante la Edad Media, la Iglesia católica fue uno de los principales agentes de censura, restringiendo la lectura de ciertos textos que se consideraban herejes o que pudieran poner en duda su autoridad. Más adelante durante la Ilustración, la censura se utilizó con fines políticos, ya que los monarcas usaron esta técnica para restringir la difusión de las ideas que pudieran poner en peligro su poder. De ella fue victima el filósofo francés Voltaire, ya que en sus textos criticaba la monarquía y la religión, hecho por el que fue fuertemente perseguido y sus textos censurados.

Ya en el siglo XIX, otro buen ejemplo fue la persecución que sufrió la famosa novela de Gustave Flaubert Madame Bovary, censurada por las autoridades francesas por considerarla inmoral.

Ya en el siglo XX, el régimen nazi en Alemania llegó a cabo uno de los casos de censura más destacados y conocidos de la Historia, pues durante ese periodo, las autoridades nazis censuraron y quemaron libros cuyos autores eran considerados inapropiados, como los libros de judíos o todas aquellas obras que promovieran ideologías políticas diferentes a la vigente.

Pero otro buen ejemplo de un episodio de censura muy polémico fue la campaña contra los comics de crímenes y terror que llegó al senado de los Estados Unidos en los años 50 del siglo XX, y que trajo consigo la censura de este tipo de libros por casi más de tres décadas, alegando que los cómics aumentaban la delincuencia juvenil.

Hoy en día podríamos pensar que apenas existe censura en los textos, ya que apenas nos cruzamos con ella. Sin embargo, en algunas partes del mundo la censura sigue siendo una herramienta utilizada por los gobiernos cada día para controlar la información y limitar la libertad de expresión, incluso algunos autores pueden ser arrestados y encarcelados por violar la ley de censura de estos países.

Por todo ello, la censura en la literatura como hemos visto a lo largo de este post se remonta a tiempos muy remotos, pero sigue siendo un tema de gran importancia hoy en día que a menudo se asocia con la lucha por la libertad de expresión y que, como dijo la gran Mercedes Sosa, “Toda censura es peligrosa porque detiene el desarrollo cultural de un pueblo”.

María Marrupe Porro

La librería Arriero cambia de manos, pero mantiene su esencia

La librería Arriero cambia de manos, pero mantiene su esencia

La Librería Arriero, ubicada en la calle de los Curas nº 29 de Torrejón de Ardoz (Madrid), abrió sus puertas en el año 1979 gracias a la familia Arriero con el fin de convertirse no solo en un lugar de compra y venta de libros o de material escolar, sino en un espacio de cultura y de libertad en la ciudad.

   Tras 42 años regentada por los Arriero y tras un breve periodo de inactividad derivado de la pandemia de la COVID-19, en junio de 2021 la librería quedó en manos de dos vecinos del municipio: Carmen Lizcano y Ángel Gómez, quienes han continuado con la labor cultural iniciada y desarrollada por sus anteriores propietarios.

   Desde presentaciones de libros, recitales de poesía, cuentacuentos o un misterioso club de lectura (llamado el "Dealer Club") hasta talleres de lettering o de escritura, el programa cultural que oferta la Librería Arriero la ha convertido en un lugar de referencia para los torrejoneros y torrejoneras, que se han acercado a ella a lo largo de sus más de cuatro décadas de historia dispuestos a disfrutar de las numerosas actividades de animación a la lectura que promueve para todos los públicos y edades, como puede verse en sus cuentas de Instagram (@libreriaarriero) y de Facebook (https://www.facebook.com/libreriarriero/?locale=es_ES).

   La labor de sus propietarios, antes y en la actualidad, es un claro ejemplo de su profesionalidad. Y la buena atención al cliente, seña de identidad de antaño de la librería, no se ha perdido, ni mucho menos, con el cambio. 

   Además de disponer de un amplio catálogo -en el que predominaron en la primera etapa de la librería la narrativa y las obras de Historia Contemporánea y sobre feminismo; y ahora ocupan un espacio importante los cómics y la literatura juvenil-, los libreros/as de la Librería Arriero saben recomendar a los lectores/as qué novedades editoriales pueden ser de su agrado, porque conocen sus gustos e intereses, o se preocupan por conocerlos. Ello conlleva que toda compra sea siempre un acierto y que la experiencia en este pequeño local sea siempre también una verdadera delicia.

Rodrigo Alonso Carretero