La lectura: arma de destrucción masiva de la ignorancia
https://okdiario.com/ciencia/que-consiste-lectura-profunda-como-nos-afecta-10345479
Buscando por internet algún artículo que me pudiera parecer interesante, relacionado con mis inquietudes acerca de la lectura, encontré uno publicado el 28 de enero en OK Diario por Francisco Mora, donde se llamaba la atención sobre el concepto de “lectura profunda” y sobre la falta de atención que habitualmente prestamos cuando leemos un texto.
Aunque se trata de un artículo corto, en el texto se hace referencia además a otros contenidos muy interesantes, directamente relacionados con la lectura. La lectura profunda no deja de ser una práctica que permite hacer una inmersión más comprensiva del texto, usando de forma más intensiva la corteza cerebral, en contraposición a una lectura superficial, en la que, según la neurocientífica Marianne Wolf, “solo estamos obteniendo la información”. Al hacer un esfuerzo mayor por comprender lo que leemos estamos desarrollando habilidades como la memoria, el pensamiento crítico, la reflexión, el aprendizaje o el desarrollo cognitivo sin apenas ser conscientes.
Si la lectura, y en concreto la lectura profunda, repercute en todas estas habilidades, además de conseguir momentos de disfrute maravillosos, deberíamos plantearnos si es un arma de defensa contra el autoritarismo, la ignorancia y el control, por lo que se debería fomentar desde los hogares y las aulas la lectura como un hábito que forme parte de la rutina diaria de cualquier persona. La lectura es capaz de desarrollar el espíritu crítico en las personas, nos da las herramientas para cuestionar y poner en duda con argumentos y explicaciones claras y concisas aquellas falsedades que muchas veces se convierten en verdades, tergiversando la realidad y creando ideologías pobres y controladoras, con consecuencias devastadoras para todo el conjunto de la sociedad. Basta con dar un paseo por la historia y detenernos, por ejemplo, en el doloroso holocausto nazi. Su propaganda, su control, la destrucción y la prohibición de una lista interminable de textos, llevó al mundo a una catástrofe inimaginable, que contribuyó a manipular el pensamiento de millones de personas. Pero este control de la forma de pensar a través de la lectura, de los textos permitidos para su lectura frente a los prohibidos, de lo que está “bien” y lo que está “mal”, ha pasado en otros muchos momentos de la historia y, por desgracia, pasa todavía hoy en muchas partes del mundo donde gobiernos dictatoriales utilizan el poder de la lectura para controlar la forma de pensar de sus ciudadanos y señalar una única forma de ser y pensar, la suya.
Un ejemplo, salvando las distancias, en la actualidad son las llamadas fake news. ¿Podemos creernos todo lo que leemos en las redes? Quizás si llevásemos a cabo una lectura profunda, la mentira y la manipulación dejarían de ser las aliadas de determinadas ideologías o tendencias presentes en nuestros días.
Elena Gosálvez Vera
0 comentarios