Porque quien sabe leer, lee como le da la gana
Juan Carlos Onetti se hallaba leyendo un libro en la terraza de su casa. Fue ahí cuando su entonces cuidadora, Mirtha Zokalski, entró y le vio con su libro.
Ella empezó a reírse e hizo un ademán de sacar su cámara:
- Deja, te saco una foto.
Onetti aceptó. Se mostraba animado. Pero, antes de que Mirtha la sacase la foto, él procedió a dar la vuelta al libro: ahora estaba leyendo la portada en vez el interior del libro. Mirtha no protestó e inmortalizó aquel momento. Una vez tomada la fotografía, se acercó a él y le dijo:
- Oye, y, ¿por qué hiciste eso?
Onetti replicó con total seguridad:
- Porque quien sabe leer, lee como le da la gana.
Mirtha, a quien Onetti llamaba cariñosamente “Bijou”, estuvo hace no mucho tiempo en mi casa y me contó esta anécdota. Me hizo reflexionar en todas las veces que descarté la lectura de un libro por ser muy pesado, por no aguantarlo. ¿Y si hubiera saltado al siguiente capítulo? ¿Hubiera podido llegar al final? Eso es algo que solo yo sabré si sigo la filosofía de Onetti y aprendo a leer.
Irene Poza Galán
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