DISCORDIA POR EL ESPECIAL
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Hoy en día vivimos en una sociedad capitalista en la que el postureo puede más que el interés genuino. Cuando era pequeña era muy ingenua y pensaba que solo había un par de ediciones diferentes de cada libro. Evidentemente, al crecer me di cuenta de que no era así y me chocó mucho que se hicieran tantas ediciones diferentes de algunas obras en la misma editorial. Claro que esto, en su momento, tampoco me parecía un tema de tanta trascendencia.
Sin embargo, últimamente parece que leer se ha vuelto popular. Yo me acuerdo de que cuando estaba en el colegio y me quedaba leyendo en los recreos, el resto de niños me miraban fatal y me llamaban rara o friki. Ahora ya no es así, ahora todo el mundo lee. Y, por desgracia, cuando algo se pone de moda en España, hay gente de más que se sube al carro.
No puede ser que se haya vuelto tan frecuente que de cada libro popular se haga una edición especial. Plataformas como Instagram y TikTok fomentan el coleccionismo y la competencia. En el lanzamiento de un libro hay gente apostada frente a las tiendas horas antes de su apertura, lista para arrasar con las ediciones especiales (e ignorar las normales) en cuestión de horas. No puede ser que haya personas que, con toda la ilusión, hayan buscado la edición especial y no solo se encuentren con que está agotada, sino que, encima, vean cómo estas son revendidas en plataformas como Wallapop y Vinted a precios desorbitados.
Este fenómeno ocurre con infinidad de libros, entre ellos los que aparecen en la foto. Son los tres primeros tomos de la saga Empíreo de Rebecca Yarros, titulados Alas de Sangre, Alas de hierro y Alas de Ónix. Son ediciones especiales y la única diferencia entre estas y las ediciones normales de tapa dura son los cantos. Donde en una edición normal vemos el blanco de las hojas, en las ediciones especiales tenemos los cantos de colores y decorados con siluetas de dragones. Por este pequeño (aunque bonito) detalle, hay gente peleándose por el último ejemplar, o vendiendo una sola de estas ediciones por 50, 70 o 150 €. Las dinámicas de las ofertas no son ajenas al mundo del libro: en el caso de comprar dos, puedes encontrarlos por 200 €, mientras que, si deseas adquirir los tres, he llegado a verlos por más de 400 €.
Estos libros, cuyo precio de 25 € en la tienda yo ya consideraba caro, se vuelven totalmente inaccesibles en la reventa. Este fenómeno es muy curioso, porque solo pasa en España. En Italia, el mismo libro podría costar, en un formato caro, sobre 18 €, mientras que en nuestro país estos productos se encarecen por encima de la media de Europa, principalmente por la protección de los valores culturales del mercado del libro.
Personalmente creo es una lástima que para algunas personas las ediciones se hayan convertido únicamente en un producto de compraventa y que solo se valoren en función de cuánto dinero de ellas se pueda sacar. Es una pena, porque, para mí (y para muchos otros), relajarse y leer un buen libro es un grandísimo placer que, por los precios desorbitados de los últimos tiempos, no todo el mundo puede permitirse.
Carla Palacios
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