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Libros físicos versus audiolibros: ¿Cuál es mejor?

Libros físicos versus audiolibros: ¿Cuál es mejor?

Vivimos en una época en la que conviven libros en físico y audiolibros. Sin embargo, ¿cuál de los dos medios es superior? ¿Cuál es la mejor manera de consumir un libro? Comparemos los pros y los contras de los dos formatos para ver si uno se destaca por encima del otro.

Los beneficios e inconvenientes de los libros físicos

Empezando con los beneficios, la sensación de sostener un libro en tus manos es diferente a cualquier otra cosa. Sentir su peso, disfrutar de la portada y ese olor a libro nuevo (o viejo) realmente le da una ventaja sobre cualquier otro medio. Además, tener libros en físico te permite tener una biblioteca que no solo es una buena decoración, sino que también están a plena vista todo lo que has leído y planeas leer, cosa que dice mucho sobre ti. Otra ventaja es que no necesitas usar un dispositivo ni asegurarte de que esté cargado para poder leer. Además, a diferencia de los audiolibros sujetos a constantes cambios y ediciones por parte de los autores y empresas, una vez que poseas una copia de un libro no se le pueden producir cambios. Leer un libro en físico también conlleva beneficios médicos: reduce el tiempo frente a las pantallas y fomenta la relajación. Finalmente, a menudo puedes encontrar libros baratos o incluso gratis.  

Ahora bien, respecto a los inconvenientes, si bien es verdad que existen libros gratis o de segunda mano, lo cierto es que muchas veces pueden llegar a ser bastante caros. Además, se dañan fácilmente a diferencia de los audiolibros.  Otra desventaja es que ocupan espacio y son pesados, cosa que puede dificultar su almacenamiento y su lectura en determinados lugares. También son inconvenientes para disfrutar de la lectura antes de dormir, pues su necesidad de una luz estropea el ambiente oscuro. Por último pero no menos importante, no son buenos para el medio ambiente: gastar dinero en un libro de papel que mata árboles parece contraproducente cuando existen opciones mucho más ecológicas como los audiolibros.

Pros y contras de los audiolibros

La ventaja más grande que le encuentro a los audiolibros es que el único espacio que ocupan es en el dispositivo en el que se almacenan, lo que los hace extremadamente fáciles de mover, conservar y de leer en cualquier lugar. No presentan ningún tipo de inconveniente físico. Además, no es necesario permanecer inmóvil para disfrutarlos, pues no tienes que sostener el libro en tus manos. Esto abre la puerta a la multitarea. Otro factor es que muchas veces la lectura de libros grandes se hace menos intimidante; no solo porque no ves el grosor de la obra, sino también porque los audiolibros presentan la posibilidad de ajustar la velocidad: puedes reducir la velocidad o ampliarla según tu preferencia.

En cuanto a las deficiencias de los audiolibros, lo primordial es su dependencia de la batería pues cualquier dispositivo que uses necesita o bien tener la batería cargada o bien permanecer enchufado. Por no decir que la medida en que puedas disfrutar del libro depende mucho del narrador del libro, su voz y entonación, entre otras cosas. Si el narrador o narradores no se esfuerzan o su trabajo no es de tu agrado, es posible que dejes el libro por completo incluso si la trama te atrajo inicialmente, cosa que jamás ocurriría con un libro físico.

¿Es uno realmente mejor que el otro?

Tras esta breve reflexión, no considero que ninguno se destaque claramente sobre el otro. Se podría decir que la respuesta varía según la preferencia de cada persona. Aun así, no creo que sea necesario elegir uno de los dos medios pues es posible utilizar ambos. Siempre que se esté consumiendo un libro, el formato que te permite hacerlo no importa mucho.

Rebekah Evelynn Davis

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