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AEDO

EL LIBRO PERDIDO DE ZEUS

EL LIBRO PERDIDO DE ZEUS

Se dice que en la antigua Grecia existía un libro que podía crear la ruina de la persona a quien se lo regalaban. Este libro fue creado cuando Pandora abrió la caja que Zeus le había regalado, contenedor de todos los males del mundo terrenal. El libro fue pasando de manos en manos, creando la ruina de familias y descendientes de las mismas, hasta que este libro llegó a las manos de Aeneas Katsaros. Este muchacho vivía con su familia en un pequeño pueblo a las afueras de Esparta. La peculiaridad de este muchacho es que a él no le habían regalado el libro, sino que se lo había encontrado en la biblioteca de su abuelo, que falleció tras recibir el impacto de un rayo. Se dice que Zeus le había castigado por poseer el libro. El muchacho sintió gran cariño por el libro como si estuviera destinado a él y lo guardó.

Esparta entró en guerra contra Persia y estos endurecieron el registro de soldados y por lo tanto Aeneas tuvo que acudir a la guerra. En el primer combate, Aeneas no era consciente de lo duro que era la guerra y de lo mal que se pasaba. Durante el primer ataque los persas lanzaron una lluvia que inundó el cielo de flechas. Fueron muchos los espartanos abatidos y a Aeneas le acertaron justo en el corazón, pero el mismo libro que mató a su abuelo y que creaba la desdicha de quien lo recibiera, parecía haberle protegido. Aeneas entró en un profundo sueño y de repente vio caer del cielo un rayo super poderoso, era Zeus y se presentaba ante él. Zeus, con larga barba blanca y con un rayo en sus manos, le pidió el libro de vuelta.

—¿Porque el libro me ha salvado? —preguntó Aeneas.

—El libro solo crea la desdicha de quien lo utiliza y no me lo devuelve. El libro tiene poderes mágicos, pero solo puede ser utilizado una vez, si no el libro comienza a crear desgracias y problemas al portador. Tu abuelo, como tantos otros, descubrió los beneficios de dicho libro y al no querer devolverlo, tuve que castigarle. Por lo tanto, Aeneas Katsaros, ¿me devuelves el libro? —le dijo Zeus.

Aeneas se quedó embobado observando el libro ya que parecía atraerle cada vez más, pero tuvo una visión de su abuelo en la que le decía: «Aeneas siempre que tengas suerte en la vida agradéceselo a los dioses». Aeneas extendió la mano y le devolvió el libro a Zeus. Este le miró y le sonrió. Mientras despertaba Aeneas escuchaba en su voz «los dioses os sonríen…».

Esparta ganó la guerra.

 

Carlos Manuel Taboada Ventura.

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