Blogia
AEDO

LA CENSURA DE LIBROS EN EL SIGLO XXI: ¿QUIÉN DECIDE LO QUE PODEMOS LEER?

LA CENSURA DE LIBROS EN EL SIGLO XXI: ¿QUIÉN DECIDE LO QUE PODEMOS LEER?

Aunque solemos asociar la censura con tiempos pasados, a día de hoy, en pleno siglo XXI aún se prohíben libros. Y esto no ocurre solo en dictaduras, sino en países democráticos. En Estados Unidos, por ejemplo, más de 10.000 libros han sido vetados recientemente en escuelas y bibliotecas. Muchas veces por razones absurdas como temas considerados incómodos, como el racismo, la identidad de género o la sexualidad. Obras como To Kill a Mockingbird de Harper Lee, Maus de Art Spiegelman o Gender Queer de Maia Kobabe están en la llamada lista negra. Llevándolo a España, en municipios como Burriana, se han producido intentos de retirar libros de educación sexual y revistas en catalán de las bibliotecas públicas, alegando que su contenido era inapropiado o incluso pornográfico.

¿Nos están protegiendo o limitando? Quienes defienden la censura suelen decir que es por el bien de los jóvenes, para evitar que accedan a contenidos inapropiados. Pero nos da que pensar, ¿qué es realmente inapropiado?, ¿hablar de racismo, diversidad o sexualidad? En muchos casos, estas restricciones son más miedos o intereses ideológicos y políticos que una verdadera preocupación educativa.

Entonces, ¿cuál es el papel de los lectores y los docentes? En primer lugar, los profesores juegan un papel esencial, ya que al final son los encargados de educar a los futuros lectores y los que tienen la responsabilidad de formar personas capaces de entender los textos, debatirlos y sacar sus propias conclusiones. Y los lectores, por su parte, deben ejercer su libertad crítica, buscando siempre ampliar sus horizontes.

Por otra parte, personalmente creo que sí que debe existir una forma de regularizar lo que se lee en el colegio a temprana edad. Pero estamos hablando de regular, que no significa censurar. Es lógico que exista una selección de lecturas adecuada a la edad, y el desarrollo del niño. No todo libro es apropiado para cualquier momento, y ahí entra el criterio pedagógico. Pero esto no debe confundirse con imponer ideologías o evitar ciertos temas por incomodidad.

En conclusión, estos casos demuestran que, aunque la censura en España no es generalizada, sigue existiendo de forma puntual y a veces silenciosa. Es fundamental que lectores, docentes y bibliotecarios defiendan el acceso libre a la literatura. Porque leer también es un acto de libertad.

Aitana Flores Soriano

0 comentarios