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El movimiento Riot Grrl y los fanzines

El movimiento Riot Grrl y los fanzines

El movimiento Riot Grrl nace en la década de los 90. Es un movimiento feminista, punk y anticapitalista que surge gracias a varias jóvenes feministas en Estados Unidos.

Aunque el punk había nacido en los años 70, la música punk rock todavía estaba en pleno auge en los 90. El punk fue y es un movimiento contracultural que se caracteriza por su actitud desafiante ante distintos aspectos de la sociedad. Lucha por la igualdad y por la abolición de las jerarquías; es la identidad de la ira y la rebelión. Sin embargo, hay un tema que los cantantes y grupos punks, mayoritariamente formados por hombres, no se atrevieron a cuestionar: la desigualdad de género. Podría pensarse que, ya que la esencia de la filosofía punk es rebelarse contra el orden establecido, este iría de la mano del feminismo. No obstante, si hablamos de la escena musical, apenas se hacía mención de esta lucha, y tampoco se observaba gran esfuerzo por parte de los hombres para incluir a las mujeres que, como siempre, eran vistas como meras espectadoras.

Es en este contexto cuando, en los años 90, grupos de chicas jóvenes comienzan a organizarse para generar conciencia feminista, y son ellas mismas las que forman sus propios grupos de música punk para transmitir su mensaje. Toda esta actividad tuvo lugar gracias a un sentimiento de comunidad fuertemente vinculado al mundo de la cultura, pues actuaban desde la filosofía del DIY, una de sus principales señas de identidad (Do It Yourself = Hazlo tú mismo). Entre otras cosas, se creaban exposiciones de arte, clubs de lectura, reuniones de militancia política…Pero lo más importante para nosotras hoy es la relevancia que los fanzines tuvieron en este movimiento.

Un fanzine es una autopublicación de tema libre, en la que no existen la censura ni la presión de tener que apegarse a criterios específicos de las editoriales comerciales. Suelen ser revistas con tiraje limitado, a menudo publicadas con métodos de impresión económicos y rudimentarios, y son los/as creadores/as de los fanzines quiénes trabajan en todos los aspectos de la publicación: tanto en el diseño como en la distribución. El término “fanzine” proviene de los términos “fan” y “magazine” y está asociado a creaciones realizadas por entusiastas del arte, la música, la cultura… y a impresiones realizadas con el objetivo de difundir ideas políticas. Aunque el género de los fanzines apareció muchas décadas antes, a partir de los años sesenta comenzó a adoptar temas políticos y de protesta.

Los fanzines desempeñaron un papel fundamental en el movimiento Riot Grrl, pues es el medio que las chicas usaron para dejar por escrito sus ideas y difundirlas. Si reflexionamos sobre lo que hemos estudiado este año, creo que hay temas muy relevantes que podemos conectar con todo esto. Por ejemplo, sabemos que durante la mayor parte de la historia de la humanidad, la lectura de las mujeres estaba prohibida o controlada, ya que existía el miedo de que aprendiesen a pensar por sí mismas o de que la información del exterior generase ideas en ellas que fuesen en contra de los roles que se les habían asignado. También me parece importante el tema de la censura en la lectura, que ocurre desde los tiempos de Augusto y que sigue ocurriendo hoy en día. La existencia de la censura es una muestra de la conciencia del poder que tiene la palabra escrita, pues si surge la necesidad de censurar obras que desafían las ideologías establecidas, es porque se sabe que pueden generar y difundir pensamientos diferentes, de manera que los libros se convierten en armas peligrosas.

Creo que es esencial relacionar todo esto con el surgimiento de los nuevos lectores del siglo XIX y con la lectura militante de los proletarios, que crearon su propia cultura lectora e hicieron de la lectura una vía de formación para conseguir la emancipación de la ignorancia y de la dependencia. El punk feminista tuvo lugar en una época y en un contexto en que las mujeres tenían acceso a la palabra escrita y les fue posible propagar sus ideas y pensamientos. Es por todo esto que considero fundamental el papel de los fanzines en la historia del feminismo y de la lectura.

Laura Muñoz Félix

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