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Mi odisea literaria

Mi odisea literaria

Desde pequeña he sido una seguidora de la literatura, siempre leyendo libros infantiles y pidiéndoles a mis abuelos que me leyeran cuentos antes de dormir. Cuando fui creciendo, seguía leyendo otros tipos de libros, hasta ahora que leo literatura más complicada, libros sobre psicología, filosofía. Cuando era adolescente se me ocurrió la gran o terrible idea de empezar a escribir un libro. Divagaba en clase y en casa metiéndome en un mundo vacío listo para ser creado, imaginé a mis personajes y al desarrollo de la historia, divague tanto e invente tantos personajes e historias que creé un libro imposible de escribir.

Pasaba tantas horas intentando que todo cuadrara a la perfección que acabé creando doce personajes, de un libro pasé a una trilogía y de sola una generación se hicieron tres. A los dieciséis años escribí tres capítulos de una sentada y después vino el vacío. Estuve como seis meses sin poder escribir ni una sola palabra, el llamado “bloqueo del escritor”. Nada me inspiraba, nada me daba ganas de escribir y eso coincidió con una mala temporada de mi vida, así que no podía concentrarme en nada que me gustaba y mucho menos en el libro que había estado desarrollando en mi mente desde los catorce años y al que le había dedicado horas y mucho amor.

Después de un tiempo, mi bloqueo “desapareció” y al fin pude escribir un capítulo más, el más horrible de todos. Es un proyecto muy importante para mí, pues pesar de que no lo vaya a publicar nunca, ni me atreva a dárselo a alguien para que lo lea, he ido poniendo mucho cariño en él y la historia me cautivó al igual que sus personajes. Me gusta la fantasía y el romance, así que metí los dos géneros en un mundo actual, creé un segundo mundo que tenía portales que llevaba a la tierra, pero empecé a tener dudas de si tenía sentido, si lo que estaba escribiendo concordaba, y aunque mis amigas me dijesen que sí cuando se lo contaba, seguía dudando de como lo escribí. Más tarde me di cuenta de que algo faltaba, un nombre para el libro, pero no quería ponerle un nombre ya usado por otros, así que se me ocurrió Entre dos mundos, pero hace poco me he visto obligada a descartarlo de nuevo porque recientemente han publicado un libro con ese nombre.

He intentado volver a escribir mucho tiempo, buscando alguna epifanía literaria, pero desde aquella vez que escribí el cuarto capítulo y lo dividí en dos no volví a escribir. Ahora, con diecinueve años, casi veinte, solo llevo escritos cinco capítulos, pero yo ya he leído en mi mente más de quinientas veces el libro al que tanto amor y dedicación le he puesto.

María del Val Georgina Rusu

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