IRAK DIGITALIZA SU BIBLIOTECA NACIONAL POR MIEDO A EXTREMISTAS
En Irak se desarrolla una de las situaciones bélicas más graves de este siglo. El Estado Islámico acecha con destruir cualquier documento del país. Esta perdida se convertiría en una desaparición de la memoria del país, pues no solo se estarían eliminando miles de papeles, también se estaría borrando la historia de esta nación. Por eso los expertos han decidido digitalizar y así poder conservar todos aquellos documentos que se encuentran en la Biblioteca Nacional de Bagdad. Esta tarea no es fácil, ya que los textos y manuscritos han sufrido no solo el ataque humano de los extremistas, sino también los problemas del paso del tiempo. Las obras han sufrido daños por el polvo y la humedad lo que, sumado a la antigüedad de estos, hacen la conservación muy difícil.
La tarea de restaurar estos documentos se ha convertido en una acción minuciosa, en la que los expertos deben tratar con cuidado estos documentos para eliminar cualquier impureza que dañe el material con el que está hecho. La digitalización se acerca a la tendencia actual de las nuevas tecnologías, con la que se va abandonando poco a poco la lectura en papel para realizarla a través de una pantalla. Es común el debate sobre qué es mejor, papel o pantalla, pero bajo mi visión, ambas tienen sus ventajas. Las lecturas digitales permiten acercar los documentos a los receptores. Este es un medio rápido y sencillo que permite a través de un “click” acceder a los textos. Estas facilidades convierten la lectura en una actividad cada vez más accesible, ya que ya no hace falta estar cerca de una biblioteca o archivo para consultar las obras.
La evolución tecnológica ha resultado de gran utilidad para la conservación de la memoria de un país, convirtiendo la Biblioteca Nacional de Bagdad en una colección perdurable en el tiempo y accesible a todos. De esta manera, es posible guardar en un fondo seguro documentos y manuscritos del país a pesar de la situación en la que se encuentra. Esto permite que la memoria histórica de Irak no desaparezca y que el país conserve todos esos saberes que se encuentran en los documentos. En este caso, el recurso a la digitalización ha sido más una cuestión de necesidad que de elección, pero de una u otra manera supone una revolución dentro de la cultura iraquí.
Fuente:
Marta Navas Ajenjo.
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