EL ASTRO DE ORIENTE
En un pueblo egipcio, donde la pobreza y felicidad iban de la mano, se estaba forjando un mito... Allí nació y creció una de las mujeres más importantes del mundo, no solo por lo que hará con su voz, sino por su implicación en la defensa de los derechos de la mujer, su lucha contra el colonialismo, el sentimiento de unificación… Ella es Fátima Ibrahim (فاطمة إبراهيم البلتاجي), conocida mundialmente como Oum Kalthoum (أم كلثوم), “El astro de Oriente” o “La señora de la canción árabe”.
Oum Kalthoum vino al mundo en 1898 y se marchó de él un 3 de febrero de 1975, una fecha marcada en el corazón de todos. Se tiende a creer que el mundo árabe es hermético, cerrado, un mundo de misterios donde las mujeres se ocultan bajo un velo negro que, mágicamente, les hace estar calladas y sometidas al hombre, un hombre gordo, moreno y con barba, que siempre va cargado de explosivos… No, señores y señoras, no... Despojémonos de esta errónea concepción de los árabes...
Quiero contaros esta historia, la de una de muchas mujeres árabes que lucharon por el pueblo, una mujer cuyo padre era imán de una mezquita. Con siete años de edad, el padre de Oum Kalthoum la vestía de chico para que la pudiesen dejar entrar en los teatros de la época y mostrara su voz. Así estuvo durante años, hasta que, al cumplir la mayoría de edad, varios compositores famosos quisieron llevarla a El Cairo, capital de Egipto, para que pudiera actuar en los grandes salones de la aristocracia árabe, donde se daban cita personalidades como el Sha de Persia, Farah Pahlaví, Fawzia de Egipto… Cargos destacados desde Irán hasta Marruecos, pasando por grandes protagonistas del colonialismo. Oum Kalthoum denegó la oferta, quiso seguir formándose en sus estudios de literatura francesa, que podía costear gracias a sus actuaciones, para tener algo más a parte de la música, y esperó hasta los veintitrés años para aceptar la invitación de Zakariya Ahmad, un famoso intérprete de laúd. Entonces, sin ella saberlo, empezó una carrera a la eternidad, al recuerdo, al corazón de Egipto, alcanzando la fama total en los años 30 del siglo pasado.
Ella, “El astro de Oriente”, no era una mujer bella, no destacaba por su belleza, sino por su inteligencia, por su voz… No necesitaba nada más. En 1932 ya contaba con numerosas giras que le permitían visitar Jerusalén en Palestina, Bagdad en Iraq o Damasco en Siria, entre otros. Pese a la dificultad del dialecto egipcio, totalmente diferente a los demás dialectos árabes, todo el mundo la escuchaba y la entendía, se sentía su “tarab”, o lo que es lo mismo, su sentimiento, su dolor, su desgarro causado por un amor que la dejó sin un porqué, sola, abandonada. Un alma desgarrada que fue la principal responsable de su éxito, ya que gracias a ella pudo llegar al pueblo.
Su fama cada vez era mayor, sus canciones calaban en el pueblo de tal manera que todos los jueves la gente dejaba de trabajar y lo único que se oía era su voz en la radio en los zocos, en las casas, en los cafés. Le ofrecieron giras, viajes, dinero, matrimonio e incluso aviones y coches, pero jamás quiso nada que ella misma no hubiera sido capaz de ganar con su propio esfuerzo; además, quisieron introducirla en el mundo cinematográfico, como actriz, algo que ella probó, pero que automáticamente rechazó puesto que prefería un contacto más personal con su público, un público que la adoraba e idolatraba hasta el extremo de llegar a compararla con una diosa, algo no admitido por la religión islámica, que considera que solo hay un Dios.
Se situó entre los cuatro grandes del mundo árabe, siendo la única mujer. Consiguió llegar a la cima de la canción de aquel entonces vendiendo miles y miles de discos, siendo la única persona capaz de vender tales cifras en su tiempo. Era una mujer ruda, dura, nunca se cansaba, y eso daba mucho que pensar para los árabes de la época, por lo que decidió contraer matrimonio con su médico personal, con el que nunca tuvo descendencia.
En los años 40, comenzó a destacar una cantante siria, que era todo lo contrario a Oum Kalthoum: Asmahan, una princesa drusa de la aristocracia que huyó de Siria por la división territorial que esta sufría por parte de estados como Francia, Inglaterra o Alemania, que ansiaban poseer tierras árabes en Oriente Medio. Asmahan era bella, de ojos claros, musulmana drusa, siria, cercana a los lujos y a los círculos palaciegos; mientras que Oum Kalthoum era una mujer egipcia, que no destacaba por su belleza, de origen humilde, musulmana y virtuosa que ponía voz a un amor profundo y desgarrado. Entre ambas se desató una enemistad evidente.
Pero esta enemistad acabó en 1944 con el asesinato de Asmahan. Unos dicen que fue la propia Oum Kalthoum quien, con veneno escondido en un anillo, decidió envenenarla en una fiesta, aunque son meras habladurías, puesto que se ha confirmado, hace relativamente poco, que fueron los espías alemanes y británicos quienes decidieron acabar con ella, puesto que se negó a seguir colaborando con los europeos.
Oum Kalthoum siguió después de aquello cantando y llenando los teatros más importantes del mundo, siempre acompañada de su orquesta. Su espectáculo más grandioso fue en el Olympia de París en 1953, lugar al que el propio Charles de Gaulle la invitó en numerosas ocasiones y donde consiguió llenar el recinto y provocar una avalancha en el exterior, ya que muchos inmigrantes árabes se quedaron sin entrada.
En la Segunda Guerra Mundial surgió en Egipto el partido político de los Oficiales Libres, comandado por Gamal Abdel Nasser, que luchaba por la nacionalización del Canal de Suez, por la unión de todos los países árabes, por la recuperación de Palestina tras el robo por parte de Inglaterra, quien a su vez se la entregó a Israel.
Las canciones de Oum Kalthoum reivindicaban el poder de la mujer en la política, la libertad de expresión, de vestimenta, de decisión… La libertad de no depender de nadie... Gracias a ella hubo más libertad e igualdad entre hombres y mujeres, y a día de hoy, su voz sigue siendo de las más escuchadas en el mundo árabe, y sus discos, los más vendidos. Os copio aquí algunas letras de sus canciones, para que quienes no la conozcáis podáis conocerla, y algunos enlaces a las mismas en YOUTUBE, donde podréis encontrar, además, numerosos documentales sobre ella:
1) And I’ve changed little by little. I’ve changed and I couldn’t stop it. And I started forgetting my yearning to you, and hated my weakness and patience towards you. And I chose to stay away, and I learned how to become stubborn, and even abandon you. See? See what cruelty does to you? Esa´al rouhak.
https://www.youtube.com/watch?v=1VVhxBzWjbg
2) Oh you who is more precious than my days. Oh you who is sweeter than my dreams. Take me to your longing take me. Pull me away from the universe. Enta Omri.
https://www.youtube.com/watch?v=YeoF74Vu180
3) You who disparaged love, and badmouthed it over and over and said I don’t know what… The defect is in you or in your lovers… But love, oh my soul… In all the world there is nothing sweeter than love… We become tired, we are defeated, we complain, but we continue to love. Sirt el Hob.
https://www.youtube.com/watch?v=yAxdLMunCgA
Rida Ezzahif Chahinaoui
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