TODOS MERECEMOS PODER LEER. SOBRE LA ACCESIBILIDAD A LA LECTURA
La lectura es un instrumento fundamental para nuestro desarrollo como seres humanos, no solo como herramienta de comunicación, sino también como catalizadora de la creatividad, ejercicio para la memoria, amplificadora de conocimiento y desencadenante de sentimientos. A lo largo de la historia, solo las élites han tenido la posibilidad de disfrutar plenamente de ella, aunque, gracias al paulatino proceso de alfabetización, es cada vez más accesible. No obstante, continúa habiendo un sector de la población que se enfrenta a barreras para poder disfrutar de la lectura en su forma tradicional. Como solución se han desarrollado distintas alternativas para facilitarles el acceso a todo tipo de textos.
Uno de los métodos de accesibilidad más conocidos es el braille, dirigido a personas con algún tipo de discapacidad visual. Es este un sistema táctil ideado por Louis Braille, que se inspiró en un método de lectoescritura empleado por militares en el siglo XIX. A pesar de ser tan conocido y usado en lugares y objetos cotidianos (ascensores, carteles, envases, etc.), cuando se trata de aplicar al ámbito del libro este sistema tiene múltiples desventajas. Al necesitar impresoras y soportes especiales, los libros en braille tienen un coste muy elevado y requieren un tiempo extenso de producción. Como consecuencia, estos libros son limitados y es complicado encontrar obras recientes o traducidas.
Con las nuevas tecnologías y la creación de los e-books y libros digitalizados, hacer los textos más accesibles se ha vuelto mucho más sencillo, rápido y asequible. Aunque los soportes digitales tengan un precio inicial elevado, los libros en este formato tienen precios notablemente más bajos que los analógicos, lo que a largo plazo resulta mucho más económico que leer en papel. Si tienen sistema de sonido, permiten la descarga de audiolibros o la instalación de programas que recitan el texto en voz alta, ya sean novelas, mensajes de texto o hilos de Twitter. Además, estos dispositivos ofrecen ventajas adicionales como traducciones instantáneas, ajustes de tamaño y fuente de la letra, así como diccionarios e hipervínculos incorporados en los textos que permiten una mejor comprensión. Estas posibilidades también facilitan la lectura a personas mayores, gente con dislexia y niños en proceso de aprender a leer.
En muy pocos años los soportes y formas de lectura han cambiado radicalmente, igual que lo ha hecho el mundo que nos rodea. A veces el cambio asusta o se rechaza, pero realmente es parte de la Historia de la lectura, en la que se pasó del rollo al códice, de este a la aparición de la imprenta y, ahora, a las pantallas. ¿Qué será lo siguiente? De momento, gracias a estas innovaciones, la lectura vuelve a abrirse camino en nuestras vidas, ya sea a través de la vista, el oído o el tacto. En un mundo tan rápido y confuso como el actual es fundamental que todos tengamos la posibilidad de refugiarnos temporalmente en el mundo de las letras, quietas en las hojas, pero llenas de vida.
Lucía Reviriego de las Heras
0 comentarios