Blogia
AEDO

LECTURA INCONSCIENTE

LECTURA INCONSCIENTE

A menudo pensamos que la lectura está únicamente ligada a novelas o libros de distintos géneros, pero la realidad es que la lectura hace acto de presencia en múltiples ocasiones cada uno de los días de nuestra vida.

Coger el móvil por las mañanas y leer las noticias, redes sociales, correo electrónico…, es, al fin y al cabo, una manera de ejercer distintas formas de lectura y de interactuar con los textos. A través de las redes sociales, las personas nos comunicamos entre sí, intercambiando ideas y formando nuevas comunidades. A esto se le suma el hecho de que el sector editorial digital está creciendo cada vez más, lo que nos permite encontrar montones de obras adaptadas a los soportes digitales.

Pero como he dicho antes, no únicamente las novelas cuentan como lectura. Leer el periódico por la tarde, especialmente en estos días, supone una lectura silenciosa igualmente enriquecedora y que aporta información de interés acerca del mundo que nos rodea. Esto no significa que debamos alejarnos de las obras literarias, ni mucho menos, pero sí reflexionar sobre la trascendencia de las distintas formas de lectura en nuestras vidas.

La lectura, en todos los aspectos, es una herramienta con la que puedes transformar tu pensamiento, analizar y cuestionar el mundo que te rodea. Pienso que lo más importante de esta es el entrenamiento que puede aportar a nuestra mente. Esta diversidad de formas de lectura incide de manera distinta en cómo organizamos el pensamiento, cómo y a qué prestamos atención y enfocamos aquello en lo que queremos centrarnos.

Hemos de aprovechar estos días de confinamiento para retomar ese interés por la lectura voluntaria. Dejando de lado la lectura inconsciente, podemos redescubrir ese placer oculto en las lecturas y que tanto nos puede aportar. Uno de mis momentos más apreciados estos días es esperar a que llegue la tarde para calentar un poco de leche, añadirle un buen café y elegir un delicado chocolate para acompañar el deleite. Acto seguido, dirigirme al sillón desde donde ahora escribo para poner algo de música que ambiente la escena para disfrutar de un rato de lectura por el que muchos, si supieran apreciarlo, pagarían.

 Jorge Pons Alquézar.

0 comentarios