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La lectura y el derecho al divorcio

La lectura y el derecho al divorcio

Esta es una reproducción en madera de la obra Se acabó el hogar (1909) del pintor chileno Juan Harris, donde aparece representado el momento justo en el que se rompe un matrimonio en el seno de una familia burguesa del siglo XIX. Pero fijémonos bien en los detalles, porque hay muchos que pueden relacionarse con cuestiones tratadas en las clases de la asignatura Historia de la Lectura.

En primer lugar, la escena se desarrolla en el espacio privado por excelencia de la mujer en el hogar, su propia habitación: el hombre aparece en ella como un extraño, con actitud altiva y curiosa. Mira desde la entrada, pero no llega a entrar. Ella llora recostada en su silla. Probablemente, antes de empezar a llorar, tenía la pose típica de las lectoras burguesas que podemos ver en tantas pinturas del siglo XIX, donde aparecen habitualmente mujeres rodeadas de flores frescas, lujosos muebles, sus bebés dormidos en la cuna... y libros. Éstos son el elemento clave de nuestro cuadro: vemos un libro abierto frente a ella, lo que nos muestra que se encontraba, sin duda, leyendo, y que el marido interrumpe su lectura. Pero parece incluso que el autor de esta representación pictórica quería transmitirnos el papel esencial que la lectura tuvo en el proceso de emancipación de la mujer: ella no sólo estaba leyendo, sino que da la espalda al marido (lo extraño, lo amenazante) y mira hacia su bebé y su libro (su vida, su mundo). Las mujeres burguesas eran entonces uno de los nuevos colectivos lectores que aparecen en la Historia de la lectura contemporánea. A escondidas o no, las mujeres habían empezado a leer, a ampliar sus horizontes gracias a la lectura, frecuentemente para disgusto de sus maridos (no hay más que ver la cara de él..., que parece, más que triste -como ella-, molesto, contrariado y orgulloso).

En España, el derecho al divorcio se reconoció por primera vez en la Constitución de 1931, durante la Segunda República. ¿Tuvieron los libros algo que ver?

¡Yo creo que sí!

¡Un abrazo a todos!

Marta Escobedo Cobera

1 comentario

Juan Jesús G.C -

¡¡Qué buen comentario Marta!! Lo guardaré como uno más de la asignatura.