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LOS LIBROS MÁS DEVUELTOS DE ESTAS NAVIDADES

LOS LIBROS MÁS DEVUELTOS DE ESTAS NAVIDADES

Mi madre siempre me dijo que, en cuestión de regalos, los libros son como los perfumes. Son algo muy personal. No puedes regalar uno cualquiera a una persona. Tienes que conocer sus gustos. Y aún así siempre es muy difícil acertar. Por eso, en mi casa, siempre que regalamos una colonia o un libro, es porque estamos entre un 90% y un 100% seguros de que esa persona lo quiere o le va a gustar mucho. Pero en mi casa hay otra norma muy importante también respecto a los regalos. No se cambian excepto por causas mayores. Y aun menos si es un libro. Un libro en mi casa siempre es bien recibido, sobre todo si es porque alguien se ha tomado la molestia de comprarlo y regalárselo a alguien. Y está muy feo rechazarlo solo por su portada. Mi madre siempre nos ha obligado a leer un libro regalado porque «no sabes si te gusta hasta que lo lees». Así que en mi familia la política respecto a los libros y los regalos está bastante clara.

Pero el otro día, navegando por Twitter y procrastinando mis obligaciones, me topé con un hilo muy curioso escrito por la librera Silvia Broome @SilviaBroome. Se trataba del ranking de los libros más devueltos de estas Navidades en su librería.  Este hilo me llamó mucho la atención, en primer lugar, por esta especie de política de los libros a la que estoy acostumbrada y, en segundo lugar, porque no es muy habitual encontrar este tipo de listas. De hecho, esta lista podría sugerir «el ranking de los libros que menos éxito han tenido estas Navidades».

Pero aún más interesante me resultó la comparación que hizo esta librera al finalizar su lista. Resulta que su ranking de libros más devueltos coincidía exactamente con las listas de los 10 libros más recomendados o los Best Seller de los meses anteriores.

¿Resulta contradictoria esta situación? A primera vista, puede ser. Pero si pensamos un poco en cómo funciona el mundo editorial, realmente puede tratarse de una simple consecuencia más del sistema capitalista. Las editoriales -sobre todo las grandes editoriales- no son seres de luz que buscan espíritus valientes y creativos para tenderles la mano y ayudarles a difundir sus creaciones con el mundo. Las editoriales son empresas. Y el objetivo principal de una empresa es ganar dinero. Apostar por un autor o autora conlleva una gran inversión, y esta no se realizaría si la editorial no estuviera segura de que esa inversión les proporcionará ganancias. Además, en la planificación de esa inversión se incluye toda una campaña de promoción de la obra destinada a convertila en un superventas. En la dinámica de todo esto, se podría decir que «un Best Seller no nace, se hace» con todas las implicaciones que ello conlleva. Antes de que se venda un solo ejemplar de un Best Seller, este ya es anunciado como el número uno en ventas. La obra, pues, se edita con el objetivo de que sea uno de los libros más vendidos del año. Y al final, por toda la campaña de publicidad que se hace seguramente acabe siéndolo. Es como una mentira que de tantas veces decirla se acaba haciendo realidad.

Reflexionando en torno a esto y al ranking de los libros más devueltos de Silvia Broome me pregunto sobre la efectividad de esta especie de efecto placebo editorial. Dado que estos libros se crean para que sean un super ventas, acaban siendo un comodín para las personas que quieren regalar algo en Navidades y no saben bien qué. Saben que a la persona en cuestión le gusta leer pero no conocen sus gustos concretos, por lo que no se arriesgan y escogen uno de los libros que en las librerías colocan a primera vista, generalmente en escaparates o mesas expositoras (muy estratégicamente en términos comerciales). «Si es el más vendido, por algo será, es que debe ser muy bueno», piensan. Por lo tanto, nos podemos encontrar con la situación de que muchísimas personas hayan comprado el mismo superventas y esto podría ser uno de los motivos de tantas devoluciones, ya que fácilmente podría ser un regalo repetido. Otro motivo de devolución podría ser que, simplemente, no haya sido del agrado del lector, lo que no sería de extrañar si tenemos en cuenta la engañosa estrategia de publicidad que hay detrás de estos superventas.

Pero también me pregunto si podría ser que los lectores ya no cayeran en estas trampas editoriales y estuviesen cansados de la literatura prefabricada, o si lo que ocurre es que a nadie ya le interesan los libros y directamente se deshacen de ellos...¿o podría tratarse de la revolución digital? Si, por ejemplo, estos lectores que devuelven los libros pensaran algo así como «Bah, esto puedo descargármelo en el e-book, para qué quiero esto que ocupa espacio». Podría pensar muchas otras hipótesis, pero prefiero dejar la cuestión abierta e invitaros a reflexionar sobre la paradoja del hilo que ha inspirado este post:

https://twitter.com/silviabroome/status/958744739771240449

Irene del Barrio.

 

 

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